Diana Carolina Pachón Beltrán - Jefe de área de ERE
Oct 15, 2022
“...El servir no es una faena de seres inferiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirve.
Pudiera llamársele así: El que sirve.
Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día:
¿Serviste hoy? ¿Al árbol? ¿A tu amigo? ¿A tu madre?".
Fragmento de "El placer de servir" Poema de Gabriela Mistral.
Inicio esta reflexión, citando a Gabriela Mistral, quien en su poema exalta lo bello del servicio, la misión que hace de este mundo un lugar mejor. El ser humano está llamado a salir de sí mismo para ayudar a otros y de esta manera hacerles sentir que hay quienes sienten la necesidad de ser solidarios.
Desde el GMMMC se ha querido sensibilizar a los estudiantes y también a sus familias en participar solidariamente de las campañas de PAN COMPARTIDO, este fue el caso en la última entrega en donde se quiso acompañar no solo las necesidades materiales de las personas de una parroquia de la Arquidiócesis, en donde además de entregar los mercados que se pudieron recolectar con la ayuda de todos los estudiantes, también se tuvo un acercamiento a la vida y experiencias de las personas beneficiadas, ya que los estudiantes y familias gimnasianas tuvieron la oportunidad de escuchar, conocer sus vivencias y dejar una palabra de esperanza en ellos.
"hay más alegría en dar que en recibir” - Hechos 20, 35
Quien sirve, quien es solidario, quien sale de sí mismo, entrega y a la vez recibe, entrega su tiempo, su sonrisa, sus palabras de amor y a la vez recibe la esperanza, la experiencia y la vida de aquellos a quienes quiso ayudar, esto fue lo que vivieron los estudiantes y las familias quienes al finalizar el encuentro con las personas de la parroquia sintieron que ellos fueron los más enriquecidos con esta experiencia.
"El ser humano está llamado a salir de sí mismo para ayudar a otros y de esta manera hacerles sentir que hay quienes sienten la necesidad de ser solidarios".
Cada uno de nosotros puede llenar su vida, entregando lo mejor que tiene de sí mismo, desde una sonrisa, una palabra, un saludo amable, hasta un gesto extraordinario de generosidad en el que dejamos de pensar sólo en sí mismos para donar hasta lo que nos hace falta, como lo hizo la Viuda Pobre en el Evangelio, ofreciéndole a Dios absolutamente todo lo que tenía, expresando así su fe y esperanza en que Dios nunca la dejará desamparada. Ofrezcamos todo lo que tenemos, seamos generosos y así podremos sentir que Dios nunca nos abandona, antes bien, nos bendice y bendice a las personas a las que amamos, dándonos la oportunidad de experimentar que “hay más alegría en dar que en recibir” Hechos 20, 35.