Ser amigos, hacer amigos

"Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo". - Benjamin Franklin

Hablar de amistad puede parecer algo abstracto o incluso lejano, pero hablar de amigos, eso es diferente. Todos hemos tenido el primero, el mejor, el grupo. Los amigos y las amigas son la otra familia, aquella con la que se establecen lazos profundos que trascienden el tiempo y el espacio. Es verdad que a veces nos peleamos, incluso gravemente, pero nunca olvidamos a quien en algún momento fue esa persona especial a la que llamamos amigo o amiga.

La amistad es un misterio y en tal sentido dice el papa Francisco. “En general, las verdaderas amistades no se explicitan, se dan y se van como cultivando. A tal punto que la otra persona ya entró en mi vida como preocupación, como buen deseo, como sana curiosidad de saber cómo le va a él, a su familia, a sus hijos…”. En este sentido, el amigo es aquel que me genera una bella inquietud, una sana preocupación; es fundamentalmente presencia.

"Los amigos y las amigas son la otra familia, aquella con la que se establecen lazos profundos que trascienden el tiempo y el espacio".

Mi amigo me permite verlo y verme. A mi amigo o amiga los veo como personas valiosas, diferentes a mí y, en ese sentido, me conozco a mí mismo como diferente de los demás. Con las amistades aprendemos que somos diferentes, pero que también somos uno porque nos queremos, nos valoramos, hacemos comunidad.

Como ya dijimos atrás, la amistad es para siempre, pero para que sea así, nos dice de nuevo el Papa: “Es necesaria la paciencia para forjar una buena amistad entre dos personas. Tiempo y paciencia. Como dicen los árabes: «comer varios kilos de sal». Mucho tiempo de hablar, estar juntos, conocerse, y ahí se forja la amistad. Esa paciencia en la cual una amistad es real, sólida.”

"La amistad es de los regalos más grandes que una persona, que un joven, puede tener y puede ofrecer..." - Papa Francisco

Mucho podríamos hablar sobre la amistad, pero digamos solo una última palabra: la amistad es un regalo. En su encuentro con los jóvenes en Asunción (2015), Francisco proclamaba: “La amistad es de los regalos más grandes que una persona, que un joven, puede tener y puede ofrecer. Es verdad. Qué difícil es vivir sin amigos. Fíjense si será de las cosas más hermosas que Jesús dice: «Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre» (Jn 15,5). Uno de los secretos más grandes del cristiano radica en ser amigos, amigos de Jesús”.

En este mundo hostil y complejo que nos tocó vivir, creo que un gran deseo para todas las personas podría ser: seamos amigos, hagamos amigos, porque “quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro” (Eclo 6, 14)