● El 19 de julio, la Fundación San Antonio celebró su 130º aniversario con una ceremonia que reunió a niños, niñas y adolescentes de sus diferentes programas y proyectos.
● La celebración contó con la participación destacada del Cardenal Luis José Rueda Aparicio, quien ofreció un mensaje inspirador durante el evento.
● La jornada incluyó testimonios conmovedores de beneficiarios y actividades que reflejaron el impacto positivo de la fundación en la comunidad a lo largo de estos 130 años.
● La Fundación San Antonio agradece a todos los que contribuyeron a la celebración y reafirma su compromiso de continuar apoyando el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes de Bogotá.
El 19 de julio, la Fundación San Antonio conmemoró sus 130 años de servicio y compromiso en un emotivo evento celebrado en su histórico edificio, ubicado en la caracas con sexta. Esta gran celebración contó con la participación de más de 2.000 niños, niñas y adolescentes, participantes de los diferentes programas y proyectos de la Fundación San Antonio así como con los estudiantes del Gimnasio Monseñor Manuel María Camargo.
Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la participación del Cardenal Luis José Rueda Aparicio, cuya presencia honró y engrandeció la ocasión. El Cardenal Rueda Aparicio compartió un mensaje de inspiración y reflexión, subrayando la importancia del trabajo que la fundación ha realizado a lo largo de más de un siglo, fortaleciendo el tejido social y ofreciendo oportunidades vitales para el desarrollo integral de miles de niños, niñas y adolescentes de la ciudad de Bogotá.
La ceremonia incluyó una serie de actividades diseñadas para celebrar la rica historia y el impacto de la Fundación San Antonio. Se presentaron testimonios conmovedores de beneficiarios y ex alumnos, quienes compartieron sus experiencias y el papel transformador que la fundación ha jugado en sus vidas. Estas historias destacan el compromiso continuo de la institución con la educación, el desarrollo personal y el apoyo emocional para niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
"Este aniversario no es solo una celebración de nuestro pasado, sino también un recordatorio del compromiso que mantenemos hacia el futuro" expresó María Mercedes Copello, Directora Ejecutiva de la Fundación San Antonio.
En este 130º aniversario, la Fundación San Antonio se llena de orgullo al ver cómo, desde los rincones más diversos de Bogotá, miles de niños se han reunido para celebrar un legado de esperanza y transformación. Este evento ha sido un reflejo del impacto profundo y duradero de esta labor, que ha iluminado las vidas de generaciones a lo largo de más de un siglo.
Cada sonrisa, cada gesto de alegría, es un testimonio vivo del trabajo incansable del trabajo de la fundación. En cada rincón de la ciudad, desde los barrios más lejanos hasta el corazón de Bogotá, se escuchan los ecos de la esperanza que esta institución ha sembrado. La Fundación San Antonio sigue siendo un faro de luz que guía y apoya, uniendo a la comunidad en torno a un sueño compartido: un futuro mejor para los niños, niñas y adolescentes de Bogotá.
Historia de la Fundación San Antonio
En 1894 nace la Obra del Niño Jesús, donde su objetivo fue amparar a la infancia y la juventud en condición de pobreza y enseñarles un oficio para su subsistencia. Esta aventura se inició con tan solo 12 niños y niñas, haciendo alusión a los 12 apóstoles, los cuales Monseñor Manuel María Camargo llamado el “Apóstol de la Caridad”, acogió para brindarles abrigo y oportunidades de mejorar su calidad de vida.
La Obra ha sobrevivido a diversos retos, como la epidemia de tifo de 1899, la prolongada construcción de su sede y la precariedad de recursos. Pese a todas las adversidades, la Obra continuó su labor y poco a poco estos 12 niños y niñas se fueron multiplicando, cientos más fueron acogidos y la Obra se extendió para seguir atendiendo las necesidades de la niñez más necesitada de Bogotá.
Monseñor Manuel María Camargo fue el gestor de la Fundación San Antonio, que anualmente acoge más de 5.500 niños en sus programas de atención integral. Su efectiva gestión se ha logrado gracias a la orientación de la Arquidiócesis de Bogotá, sus directivas y colaboradores de la Obra.
La Fundación San Antonio agradece profundamente a todos los que han sido parte de este viaje, incluyendo a benefactores, voluntarios, empleados y la comunidad en general. Su apoyo ha sido crucial para la continuidad y éxito de nuestros programas. Mirando hacia el futuro, la fundación se compromete a seguir siendo una fuerza positiva en la vida de los niños, niñas y adolescentes, promoviendo un entorno de respeto, aprendizaje y desarrollo.
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